viernes, 30 de mayo de 2008

EN LA PENUMBRA



último día de clase, pero no de la vida
suspiros y sollozos empiezan a brotar del alma
buscando escuchar su eco

sabiendo que todo vuela esto no importa
volveremos a buscar nuestro lugar
el sitio correspondiente
y el momento idóneo

un cero, pero nunca a la izquierda
nos juntamos todos a la derecha para ir creciendo
seremos uno, pero con distintos

adios, NO, mejor un Hasta mañana,
e incluso me gustaría un CONTINUARÁ...
porque sí, porque lo va a haber,
porque lo sé
seguiré avanzando buscando claridad
iluminando el camino con todo lo aprendido
lo visto, lo sentido y compartido

ya llega la última estrofa, pero no quiero
un momento dificil para decirlo,
y aún más para escribirlo, pero...
este es un ponto y seguido.

martes, 20 de mayo de 2008

EL CÓMO HACERLO SI QUE IMPORTA

Muchas veces la dificultad de comprender o no algo, no sólo reside en el asunto en cuestión, en lo que nos dicen o lo que decimos, sino en el cómo lo hacemos.

Un ejemplo claro de esto es la clase, nuestra clase, sí, cualquiera de las que tenemos a lo largo del día en la facultad, en el instituto o en el colegio... eso no es lo importante. Lo que realmente cuenta es el cómo lo damos, el cómo nos llegan todos los mensajes, las informaciones codificadas, tanto con imágenes, palabras, números o símbolos, ... todos ellos llenos de sentidos y significados que debemos interpretar y descifrar cada vez de una manera, buscando una lectura u otra, en función del contexto y de las exigencias del momento.

Hablando sobre las dificultades de aprendizaje, un día me surgió la duda sobre qué puede afectar a que a tantos de nosotros, en un momento dado, hayamos aborrecido las matemáticas, por ejemplo, o la lectura, ...o cualquier asignatura que no se nos diera excesivamente bien, en la que tuvimos resultados menores a los esperados, provocando que nos desengancháramos y tirásemos la toalla.

Buscando respuestas, tanto en mi experiencia personal, como en la de algunos de los de mi entorno, he podido comprobar que el problema no es único, que hay diferentes cuestiones, tantas como personas, que provocan este sentimiento de derrota y abandono ante las adversidades, así como dificultades biológicas que impiden u obstaculizan un aprendizaje por las vías rutinarias de ciertos conocimientos, por lo que pueden afectar, no sólo a un aspecto de su vida, como puede ser el aprobar o no la asignatura, sino al futuro de esa persona en el mundo real, donde no se tienen contemplaciones con los otros, con sus debilidades o necesidades, sino que hay una competición silenciosa por los puestos de trabajo, por una oferta determinada que siempre tiene una letra pequeña que descifrar y comprender, para que no se aprovechen del desconocimiento personal...

Si partimos de las necesidades, del momento, e incluso de la curiosidad personal, o del factor sorpresa, podemos hacer llegar el mensaje de otra forma, pero que sea igualmente efectiva, o incluso mejor, teniendo resultados iguales, o muy parecidos a los que obtendríamos con los métodos "tradicionales", en los que se pretende transmitir conocimientos, conceptos y datos que pueden ser útiles en un futuro, pero de los que no se tiene una comprensión real, sólo hay un manejo puntual para salir del paso y poder avanzar en su carrera escolar, con la diferencia de la interiorización, de la relación real entre conceptos y utilidad, entre la práctica y la las actitudes ante ellas, porque el cómo lo hacemos realmente es importante.

Ahora viene el qué hacer, … el cómo transmitir mejor sin dejar de lado lo que quiero conseguir con ello. La respuesta es muy fácil: HAY QUE ESCUCHAR, HAY QUE VER Y OBSERVAR, ENTENDER, CONECTAR, CONOCER… si prestamos atención a los que pretendemos enseñar, veremos que ellos también nos muestran muchas cosas, que nos enseñan sin querer, que dicen cómo quieren aprender, qué es lo que les gusta y cómo podemos captar su interés. Pero la tarea no es nada sencilla porque, como ya he dicho antes, también hay otros problemas que influyen en las dificultades, y no son solamente por falta de interés o de comprensión.

Cuando un alumno tiene problemas, dificultades de aprendizaje, no podemos obviarlas, sino que debemos detectarlas, porque una dificultad de aprendizaje no es algo que pueda solucionarse de la noche a la mañana con una metodología diferente, sino que requiere un proceso de reeducación, de establecer unos criterios diferentes, una serie de actividades que permitan ver donde están las dificultades y cómo podemos actuar; si es necesario trabajar aspectos espacio temporales o la mejora de la memoria de trabajo; si requiere un trabajo específico o una serie de adaptaciones temporales que refuercen determinados aspectos… todo esto es importante tenerlo en cuenta para evitar confundirnos, para creer que con cambiar la tónica de la clase conseguiremos un aprobado general, porque puede haber quien necesite más, quien requiera un tipo de trabajo diferente porque su cerebro así lo requiere para poder procesar la información correctamente.

Por esto tendremos que saber qué es lo que falla, si somos nosotros o si, por el contrario, hay algo intrínseco en el alumnado que desconocemos, para poder actuar en consecuencia y dar la respuesta que nos están pidiendo.

miércoles, 7 de mayo de 2008

¿Me guías y te sigo, o lo intentas y me resisto? Bueno, también podemos llegar a un acuerdo...(o ya veremos)

Si sigo lo que alguien dice, me convierto en seguidor de ese alguien, de una persona a la que le he puesto yo el papel de líder, porque de otra manera o en otra situación no lo sería, sino que sería uno más, un miembro del grupo como tú y como yo...

Es líder porque yo le doy esa posición al seguir sus indicaciones, porque me limito a ser un elemento más de esa estructura que va a utilizar para lugar el objetivo que se ha marcado, o el que, a su vez, alguien también le ha marcado a él, pero ha sido capaz de involucrar a otros en esta búsqueda.

Por otro lado, está el que me resista, el que me oponga a ser un elemento más, un objeto al servicio de otros, de algo o alguien. En ese momento me convierto en mi propio líder porque soy quien sabe lo que quiero, que voy en la búsqueda de mis propios objetivos, y voy a hacer lo que crea más conveniente.

Ahora es cuando viene bien plantearse una pregunta ¿Qué es más conveniente ser líder o seguidor? ¿Qué será más beneficioso para nosotros dentro de un grupo?

El ser líder tiene sus partes positivas, pero también hay una responsabilidad que debe ser asumida ante los fracasos o resultados de las actuaciones que llevemos a cabo con ese grupo. En el otro lado está el papel del seguidor, que es mucho más cómodo porque no tiene que pensar, sólo te limitas a seguir las indicaciones que otros te dan para conseguir los objetivos o metas fijadas.

La parte negativa de ser un ser pasivo, un seguidor de otros, es que el no haber mostrado nuestra postura inicialmente puede hacer que los objetivos personales e individuales no coincidan con los grupales, creando una pequeña controversia interna.

La respuesta que me doy, la que busco y, muy a mi pesar, practico, es la de no ser ni una cosa ni otra, sino una mezcla de ambas, ser capaces de mantener un diálogo de sinceridad y comunicación recíproca que nos facilita la participación en el grupo, tanto en la toma de decisiones como en la repartición de responsabilidades, porque, al ser algo conjunto, todos somos igual de responsables, tanto de los fracasos como de los ansiados logros.

También hay otro aspecto importante dentro de las relaciones de liderazgo, y es la manera de liderar, porque hay una gran variedad de formas, maneras y opciones, que pueden variar desde el tipo de diálogo impositivo hasta una guia de procesos basado en los intereses de cada uno, de sus fortalezas y debilidades. Esto es necesario tenerlo en cuenta para, según lo que queramos transmitir a los demás y de la figura que representemos dentro del ajedrez de los grupos, dar un tipo de instrucciones o buscar el consenso común, una participación más amplia y realista de los miembros que van a hacer algo, que no desde la parte superior de una escalera que nos aisla los pies del suelo.